Interesante el recontra-meta-análisis publicado en Lancet el mes pasado (y comentado en MedScape).
Se hizo un metaanálisis incluyendo 15o ensayos controlados (se excluyen explícitamente estudios abiertos por el alto sesgo) que involucran antipsicóticos atípicos (n > 21.000).
De los 9 "atípicos" estudiados: amisulpride, aripiprazole, clozapina, olanzapina, quetiapina, risperidona, sertindole, ziprasidona y zotepina, solo 4 (amisulpiride, clozapina, olanzapina y risperidona) fueron superiores a los antipsicóticos de primera generación. Lo que asombra es la afirmación de que los otros 5 NO fueron superiores a los de primera generación para los síntomas negativos (!!!).
En cuanto a "calidad de vida" (constructo un poco difícil de precisar), solo sertindole, amisulpiride y clozapina puntearon mejor.
Solo clozapina, olanzapina y risperidona salieron mejor parados que los antipsicóticos "de baja potencia" en cuanto a efectos extrapidamidales (para puntear mejor que el Halo en efectos extrapiramidales no hace falta mucho).
La afirmación de que los antipsicóticos de segunda generación no tienen ninguna característica que los separe de los de primera generación, como mínimo causa sorpresa.
Los autores advierten que el mercado "misguides" (término de difícil traducción pero que es una forma liviana de decir "curra") en detrimento de la evidencia.
¿Para cuando la ley que obligue a publicar resultados negativos?
Se salva la Clozapina. Nadie insiste mucho con el Amisulpiride (excepto algún psiquiatra viejo). Y como siempre: el Halo es el Halo y sigue siendo el estándar contra el que se va a medir cualquier fármaco con pretensión antipsicótica.
Vamos a ver que nos trae la moda otoño-invierno... Porque no se habrán creído ustedes que es importante esto de "medicina basada en la evidencia", ¿no?
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