lunes, 4 de agosto de 2008

Anticomiciales y psiquiatría

Siempre llama la atención el hallazgo producto de investigación epidemiológica "pura".
La FDA llegó a la conclusión de que los fármacos antiepilépticos presentan riesgo aumentado para suicidalidad (definido operacionalmente como ideación o comportamiento suicida), indica la advertencia verbal al momento de prescribir el fármaco pero no obliga a la industria a colocar una advertencia en el prospecto ("Black-box warning").
Un comité de la FDA se reunió el 10 de julio y discutieron un metaanálisis de 199 estudios clínicos controlados con placebo de 11 fármacos antiepilépticos. Luego de la discusión se sometieron a votación 4 preguntas.
1. Si era estadísticamente significativa (SI votado por todos, menos una abstención).
2. Si abarcaba a todos los FAE del estudio(en 3 de los fármacos, el OR era < 1). La mayoría vota que sí, pero recalcando el temor a que la prescripción se vuelque a fármacos no estudiados (je je).
3. Si era aplicable a los FAE no incluidos en el estudio. Hay 14 FAE más (totalizando 25 moléculas). El comité voto por mayoría que SI.
4. Si era necesaria una "Black-box warning". Por mayoría se votó que no (no se aclara el número de votos). Argumentos: no crear "reacciones histéricas" (textual), 1/3 de los estudios arrojaban un OR < 1, balance costo-beneficio, números "bajos" (2/1000). Sin embargo acordaron que es necesario que el clínico advierta al momento de prescribir, recomendando poner énfasis en las consecuencias de NO recibir el tratamiento.

La historia arranca en el 2005, cuando la FDA solicita datos sobre suicidalidad de todos los estudios randomizados controlados, de todos los anticomiciales, de toda la industria, luego de los reportes de un fabricante de un riesgo aumentado.
El metaanálisis mostró un "odds-ratio" de 1,80 para suicidalidad, indicando un aumento estadísticamente significativo en episodios de suicidalidad en relación al placebo. El alerta inicial fue publicado por la FDA el 31/1/08.
El riesgo aumentado abarca 11 FAEs: carbamazepina, felbamato, gabapentina, lamotrigina, levetiracetam, oxcarbamazepina, pregabalina, tiagabina, topiramato, valproato y zonisamida.
De los 199 estudios, 31% eran sobre epilepsia, 28% en indicaciones psiquiátricas (sobre todo Trastorno Bipolar) y 41 % en otras indicaciones (neuropatías, migrañas y dolor crónico).